- Vacía el cubo: Puede parecer obvio, pero asegúrate de que el cubo está completamente vacío antes de limpiarlo.
- Elige la presión adecuada: Las hidrolimpiadoras Nilfisk vienen con ajustes de presión ajustables. Elige el ajuste más adecuado para tu cubo de basura. Los materiales delicados como el plástico o las superficies pintadas requerirán una presión más baja, mientras que las superficies resistentes como el metal o el hormigón pueden soportar una presión más alta.
- Conecta la hidrolimpiadora al suministro de agua: Conecta la hidrolimpiadora al grifo exterior o al depósito de agua y añade solución limpiadora si lo deseas. Puedes utilizar un limpiador detergente para plásticos y ratán o una mezcla de agua y jabón suave.
- Empieza a limpiar: Empieza a limpiar el cubo de basura rociando el detergente y dejándolo actuar. Sostén la hidrolimpiadora a una distancia de 15-30 cm de la superficie del cubo y rocía con un movimiento de barrido. Asegúrate de mantener la boquilla en movimiento para no dañar la superficie del cubo.
- Aclara el cubo: Una vez que hayas cubierto toda la superficie y hayas dejado actuar durante 5 minutos la solución limpiadora, aclara bien el cubo de basura con agua. Esto eliminará cualquier resto de jabón o solución limpiadora y evitará que queden rayas.
- Seca el contenedor: Deja secar el cubo al aire libre antes de guardarlo para evitar que se estropee.
- Enjuaga la hidrolimpiadora: Cuando hayas terminado de limpiar el cubo, no olvides enjuagar los restos de agua de la limpiadora a presión y dejar que se seque completamente antes de guardarla.
Limpiar el cubo de basura con una hidrolimpiadora es una forma fácil y eficaz de mantenerlo limpio y con un olor fresco. Siguiendo estos pasos, te asegurarás de que tu cubo de basura esté higiénico y listo para usar. Además, el agua a alta presión ayudará a eliminar la suciedad acumulada, manteniendo el cubo en perfectas condiciones.
