ARTÍCULO
Solución de vapor cuando la higiene es crítica
La forma en que limpiamos y mantenemos espacios públicos, almacenes y otras instalaciones grandes ha cambiado. Los equipos de limpieza están haciendo ajustes importantes en cómo y cuándo realizan sus tareas y tener el equipo adecuado para hacer el trabajo se ha convertido en una misión crítica.
Existen múltiples maneras de abordar los retos de limpieza. En muchos casos, la mejor solución es algo sencillo que ha existido durante décadas: el vapor.
Las máquinas de vapor funcionan calentando agua a una temperatura muy alta (habitualmente en el intervalo de 100-150 °C). Cuando se rocía esta agua sobrecalentada sobre una superficie, penetra incluso en los materiales con suciedad más incrustada como la grasa y las biopelículas, llegando a las grietas y hendiduras a las que ni siquiera muchos desinfectantes químicos pueden acceder. Debido a que puede eliminar la mayoría de patógenos sin productos químicos (o con menos productos químicos) el vapor no es solo una solución de limpieza muy eficaz, sino también sostenible.
Guía de trucos y consejos
Ocho pasos para una limpieza a fondo y segura con vapor
Está solo a un paso de acceder a los mejores consejos y trucos para obtener los mejores resultados de limpieza con una máquina de vapor. Complete el siguiente formulario y obtenga detalles sobre cómo usar el vapor de manera segura y efectiva para lograr sus objetivos de limpieza.
Aplicaciones de limpieza con vapor
De todas las técnicas de limpieza, el vapor es la más flexible. El vapor puede utilizarse en interiores y exteriores, sobre superficies porosas y no porosas, y para limpiarlo todo, desde muebles tapizados hasta equipos de procesamiento de alimentos.
Hay dos métodos principales para aprovechar la limpieza y desinfección de la potencia del calor:
- con agua caliente, usando una hidrolimpiadora de alta presión de agua caliente, y
- con vapor, utilizando una máquina de vapor
Ambos métodos proporcionan una limpieza eficaz y rápida, pero hay algunas diferencias que hacen que cada método sea más adecuado para diferentes aplicaciones. El lavado con agua a presión es ideal para aplicaciones en las que hay una gran acumulación de suciedad en la superficie. Debido a que utilizan alta presión, pueden desprender incluso la suciedad más incrustada.
Sin embargo, el agua de una hidrolimpiadora no está tan caliente como el agua de una máquina de vapor (si lo estuviera, se convertiría en vapor), así que el agua por sí sola no es suficiente para la higienización. Puede comenzar el proceso, pero aún se requerirá un desinfectante químico.
La limpieza con vapor puede cortar la suciedad, pero no en la misma medida que la limpieza a presión. Sin embargo, el vapor está caliente de manera uniforme - a más de 100 °C, o de lo contrario, sería agua - lo que elimina la necesidad de productos químicos. Por eso es preferible el vapor para aplicaciones como la limpieza de baños y hospitales, que requieren higienización, pero no implican una gran cantidad de suciedad acumulada.
Limpieza a vapor
Nos esforzamos por apoyar a los equipos de limpieza que trabajan incansablemente para mantener el mundo limpio y seguro.
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